Inspección

Las inspecciones técnicas en interiores de conductos de climatización o ventilación se realizan mediante dispositivos especializados:

  • Robots especializados

  • Sondas

  • Cámaras remotas

El acceso al conducto se realiza a través de los difusores o rejillas o bien a través de compuertas de registro instaladas a tal efecto. La técnica empleada está acorde con la normativa UNE 100012.

Esta inspección permite certificar el estado higiénico interno del conducto así como localizar posibles fugas o focos de plagas.

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Limpieza

Calidad de Aire implementa los tres métodos aceptados y de reconocida eficacia para la limpieza de conductos:

  • Por sistema de cepillado mecánico

  • Por aspiración con contacto

  • Por aire a presión mediante sistema de boquilla con cámara

Cumpliendo las normas UNE 100.012:2005 y UNE-EN 15780:2012 mediante equipos especializados con la tecnología más actual existente en el mercado.

Presupuesto sin compromiso

Unidades de Tratamiento de Aire

Los equipos como climatizadores, fan-coils, cajas de volumen variable, cassetes o similares serán inspeccionados y descontaminados accediendo directamente a sus componentes y procediendo a una limpieza por sistemas de agua a presión, aplicación de desengrasantes y detergentes autorizados.

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Calidad de Aire Interior

El servicio de Calidad Ambiental Interior es una actividad que permite asegurar la calidad de las instalaciones , manteniendo los estándares de salubridad marcados por la ley en los edificios susceptibles de ser ocupadas por personas.

La revisión de Calidad de Aire Interior y la verificación del estado higiénico de los sistemas de climatización es una obligación de toda empresa para con sus empleados y clientes.

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Usamos la tecnología para mejorar la calidad del aire

Prevención y calidad

En Calidad de Aire aportamos los medios técnicos más avanzados, los recursos humanos y la experiencia necesaria, para garantizar la calidad del aire.

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Decálogo

  • La calidad del aire interior es uno de los principales riesgos para la salud identificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

  • La mayoría de las personas asocia la mala calidad del aire con las adversas condiciones del aire exterior de las ciudades. Sin embargo, la principal preocupación debería ser el aire interior: pasamos más del 80% de nuestro tiempo dentro de los edificios.

  • Según la EPA, la calidad del aire interior es entre 2 y 5 veces peor que la exterior. Para algunos contaminantes específicos hasta más de 100 veces.

  • La mala calidad de aire incrementa el absentismo hasta un 5% y puede llegar a disminuir la productividad hasta un 15%. Para un edificio de 500 trabajadores esto puede llegar a suponer pérdidas de aproximadamente 2 millones de euros anuales.

  • Según la OMS, el 30% de los edificios podría sufrir Síndrome del Edificio Enfermo, situación en la que los ocupantes de un edificio presentan quejas sobre las condiciones ambientales que afectan al confort y a la salud.

Calidad del aire

  • Cada año se producen en España cerca de 1.000 infecciones por Legionella pneumophila, algunas de las cuales conllevan la muerte del paciente.

  • Alrededor del 7% de las personas que entran en hospital desarrollan una enfermedad que no tenían previamente (infección nosocomial). Sin tener en cuenta, el sufrimiento de los pacientes, en términos puramente económicos esto podría llegar a suponer hasta 4.000 millones de euros de sobrecoste sanitario en España.

  • En los países industrializados el 30% de la población sufre algún tipo de alergia o asma, sea frente a agentes artificiales como las partículas procedentes del diésel o naturales como el polen o los hongos. Purificar el aire exterior antes de introducirlo en los espacios cerrados alivia sus síntomas radicalmente.

  • La OMS estima que en los países industrializados mueren 5.000 personas diarias debido a problemas de mala calidad del aire interior.

  • En los espacios cerrados hay numerosos contaminantes que pueden afectar a nuestro confort y salud y que pueden controlarse aplicando las técnicas adecuadas. Algunos de estos contaminantes como el radón o el amianto pueden llegar a producir cánceres pulmonares que desemboquen en fallecimientos.